
La disciplina positiva es un cúmulo de herramientas que nos permite a los padres tener una relación sana con nuestros hijos, permitiendo que los niños desarrollen habilidades, autodisciplina, responsabilidad y cooperación ante situaciones consigo mismo o que involucren a otros.
Debemos tener claro que los niños actúan según el ejemplo que están observando, por eso las acciones que realicemos delante de nuestros hijos son importantes en el proceso de crianza.
La disciplina positiva nos enseña la importancia de trabajar como un equipo, trabajando desde la firmeza con dignidad y respeto.
(La disciplina positiva ha sido desarrollada por la Dra. Jane Nelsen)

¿Y como llevo la teoría a la práctica?
Para eso estoy yo aquí, como educadora para padres en disciplina positiva y mi propia experiencia como mamá de Gabriel y ayudarte en este proceso.
El primer paso y más importante es ser consciente del tipo de crianza que le quieres dar a tu hijo, a partir de ese punto vas a poder ver las diferentes situaciones que se te presentan en el día a día.
El segundo paso consiste en prepararse y tener las herramientas que necesitas para la construcción de crianza respetuosa que quieras o desees como padre o madre.
El tercer paso consiste en tener claro que la crianza respetuosa no busca perfil en padres ni en hijos, si no en tratarse con respeto y ver en los errores segundas grandes oportunidades.
La D.P busca que los padres tengan un cambio de paradigmas, se adentren al mundo de los niños y lograr experimentar cómo se sienten.
